La verdad es que no tenía intención de escribir nada mas hasta el año que viene, pero la sensación que he tenido al volver a casa es tan rara que no puedo evitar comentarla.
Cuando esta mañana, después de cuatro meses sin hacerlo me he despertado en mi cama, he tenido la sensación de que llevaba 4 meses durmiendo y que todo lo que he vivido estos últimos meses había sido todo solo un dulce sueño. He puesto los pies en el suelo, y nada había cambiado. Todo estaba igual que cuando me fui, y las imágenes de Roger con su ordenador, Eric desnudo por el pasillo, Guillem comiendo noodles o de Lucia hablando en su habitación me parecían todo fruto de mi imaginación.
Solamente cuando he visto por el skype la cara de Lucia sonriendo en la pantalla de mi ordenador me he aliviado y he creído que todo había sido real, que puede que ya no esté allí, pero que hay cosas que duran para siempre.
¿Realmente es esto lo que me espera cuando vuelva definitivamente en mayo, un montón de sueños y dulces recuerdos que nunca más volveré a vivir? ¿Realmente es esto lo que me espera cuando vuelva definitivamente en mayo, un sinfín de melancolía y pena en el corazón? ¿Realmente es esto lo que me espera cuando vuelva definitivamente en mayo, un sentimiento de abatimiento y tristeza?
Si es así, ya digo ahora que no quiero volver, esta navidad les voy a pedir solo una cosa a los reyes magos. No quiero chocolatinas, no quiero regalos y no quiero dinero, lo único que quiero este año es un Erasmus eterno.
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